Hace un par de semanas fui a ver la última sensación del cine The Artist, iba con la esperanza de que fuera una buena pelicula con la que disfrutaria viendo, pero me resulto toda una obra maestra, cuando la gente salia de la anterior sesión salian con una sonrisa de oreja a oreja, eso me dio otra perspectiva y más ganas de ver la cinta. Cuando las luces de la sala se apagaron empezaron esos titulos de crédito tan característicos de las peliculas de la Paramount de los años 50 en la que al principio salia todos los nombres como si fuera el final de las peliculas de ahora, de repente la banda sonora, ¡Que banda sonora! perfecta para cada ocasión, la sonrisa del actor que interpretaba el papel de George Valentine inundaba la pantalla, esos aires de grandeza hollywoodienses pero que a la vez te enamoran me eclipsaron.
La historia de amor entre George y Peppy Miller me pareció dulce, sin tener que enseñar un beso o una escena de cama, simplemente una mirada o un abrazo decia más,
Te hace recapacitar sobre lo cabezones que llegamos a ser las personas que cuando ya estamos haciendo una cosa no queremos que nos la cambien, y eso fue lo que pasó en el cine mudo, cuando se paso del cine mudo al sonoro muchos artistas cayeron en picado, ya bien sea porque no fueran buenos actores, sus voces fueran demasiados chillonas o como en el caso de The Artist que el actor pensara que el cine sonoro no llegaria a nada.
La verdad que al salir del cine pensé en la gente que salió del cine con una sonrisa, a mi no se me quitó la sonrisa durante un buen rato, se echa de menos ver peliculas que te hagan sentir bien.
jueves, 29 de marzo de 2012
domingo, 11 de marzo de 2012
War Horse
Es una historia fascinante, te deja pegado a la pantalla, te hace sentir que no hay barreras para que una amistad perdure.
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