jueves, 23 de enero de 2014

Julia Capitulo 2



Han pasado 6 meses desde que el Señor Jones me ofreciese el "papel de mi vida", aquí estoy ahora en Los Ángeles, me despedí de Aaron y Leah y me dispuse a afrontar mi aventura...

El piso que me dejó la productora era tres veces mi casa de Alabama y el doble del apartamento de Nueva York, estaba viviendo mi sueño, el sueño americano del que tanto hablan lo estaba viviendo en ese momento.
Era un piso todo entero de ventanas, no tenía paredes, en el exterior se veía la playa de Malibú que parecía que el agua en cualquier momento entraría dentro de mi casa, los sillones eran enormes de color blanco de piel, me daba miedo comer o beber por sí lo ensuciaba, tenía 4 habitaciones preciosas con cuadros de Andy Warholl y la habitación principal tenía la cama tan grande que como poco entraban 8 personas en él, los cuartos de baño, que eran 5, tenía bañera con hidromasaje y un jacuzzi en el que el primer día me quedé en el pensando en todo lo que estaba ocurriendo, sinceramente no sabía por qué necesitaba tantos baños, pero no quería parecer una diva sin ni siquiera haber grabado una película...

A la semana de llegar me llegó el guión, me puse tan nerviosa que abracé al repartidor con la consecuencia de la vergüenza al pensar lo que hice.
La historia era la típica de chica conoce a chico, se enamoran y viven felices para siempre... Pero tenía algo diferente, no se sí era la idea de que fuese mi primera película pero me quedé prendada.

Dos semanas después de que me llegara el guión, casi sin darme cuenta estaba ya en el set de rodaje, estaba emocionada, mis ojos brillaban más que nunca. En el set de maquillaje conocí a Norah que desde ese momento se convirtió en mi amiga y confidente en este mundo de locos que es la industria del cine.

Rodamos durante casi 2 meses, estaba agotada, casi no salía, iba del set de rodaje a casa y viceversa, no hacia vida en Los Ángeles, hasta que mi compañero de rodaje Rob West un aclamado actor y modelo que tenía loquita a toda la industria cinematográfica ( y a mi ) quizás fuese por eso pelo revuelto y esos dulces ojos verdes, pero siempre estaba en el punto de mira por sus relaciones me invitó a tomar unas copas, para ser sinceros llebabamos todo el rodaje tonteando, mirándonos y riéndonos cuando nos mirábamos, la verdad que me estaba empezando a gustar bastante y yo creo que al él le pasaba lo mismo conmigo.

La noche en la que me pidió la cita estaba echa un flan, no sabía que ponerme, llamé a Norah para que me ayudase.
A la hora de llamarla estaba e mi casa plantada junto a su amigo Joey que era unos de esos amigos con los que no te importan probarte ropa interior delante de él, digamoslo así que era más mujer que cualquier miss universo que se plantase delante de él, cuando le conoci me quedé sin palabras me encandiló desde el primer momento y junto a Norah formamos una amistad que duraría años...

- ¿ me pongo el vestido rojo? - dije después de haberme probado como treinta vestidos, que me había comprado gracias a lo que estaba cobrando por la película.

-Cariño- dijo Joey con todo su amaneramiento. - yo pienso que le debes de demostrar que eres una mujer elegante, vamos una diva del cine.

-pero yo no soy diva- dije sonrojandome , la verdad que no paraba de sonrojarme desde qué llegué a la ciudad, todo el mundo me alagaba...

- El azul- Replicó Norah, en ese momento Joey puso su sonrisa de aprobación y yo corrí hacia el gran montón que tenía encima de mi enorme cama.

El vestido era de corté griego, se me veía un hombro que dejaba ver mi gran cuello, era largo pero no demasiado para no parecer que iba a una cena de gala, mi peinado estaba echo con ondas y raya a un lado, en ese momento aunque fuese sólo para una cita me sentía una estrella de cine...

- Eres una diosa Julia, estás radiante, por favor déjame inmortalizar este momento. - dijo Joey sacando su vieja cámara de fotos Polaroid.
- Que envidia Juls, cualquier mujer y hombre querría estar en tu pellejo en este momento , ¿ te has dado cuenta con quién vas a tener una cita?.- comentó Norah al mismo tiempo que me daba un abrazo deseándome suerte.
- Gracias chicos me habéis ayudado mucho esta noche, mañana os llamo.- dije con una sonrisa de bobalicona al pensar realmente lo que estaba sucediendo en ese momento.

Me disponía a abrir la puerta cuando sonó el timbre, mi corazón de salió por un momento por mi boca al escuchar la voz de Rob desde fuera, miré a Norah y Joey que tenían una cara como cuando a un niño le dan el regalo que tanto había pedido a Santa Claus.

- Allá voy chicos...-
- Ahí va Julia Standford la futura señora West, la implacable recién llegada a Hollywood que ya se ha ganado el corazón del soltero de oro... - dijo Norah entre risitas junto a Joey
- Adiós chicos cuidadme la casa.

 Salí del piso y allí estaba esperándome junto a la puerta de una limusina de color negro y ventanas tintadas, el estaba guapísimo vestido con un traje azul marino con corbata que combinaba a la perfección con mi vestido, parecíamos ya una pareja compenetrada.

- Hola Julia.- Me soltó Rob una sonrisa que me dejó prendada, no se por qué solo me salió una especie de sonrisa de niña pija en ese momento, pero la verdad que estaba realmente nerviosa por la cita.
-Espero que no te moleste pero me han seguido unos paparazzis. - me dijo de sopetón 
-No tranquilo, pero me gustaría que por favor si puede ser no me fotografiasen no me gustaría que me conociesen por esto antes de que salga la película.-
Él se empezó a reír de una manera que sinceramente no me gustó.
- Tranquila esto no va a perjudicar a tu carrera, he llamado a unos amigos para hacer de gancho en la cita y que no sospechen, pero sinceramente que me hayan visto entrar en tu casa en limusina y con estas pintas no da sensación de que sea una cena entre amigos.-

Me quedé con la boca abierta ¿así qué no íbamos a cenar solos?, me sentí una estima en ese momento y sobre todo por hacerle el comentario de que no quería que me viesen.

Al llegar al restaurante, nos encontramos una bocanada de flashes directos a nosotros y las preguntas de sí yo era su nueva conquista, en ese momento agaché la cabeza porque no quería saber nada en ese momento, me sentía diminuta entre toda esa gente, en ese momento se acercó una chica a Rob que le dió un beso en la mejilla y seguidamente dos chicos más y dos chicas, eran los amigos de Rob "los ganchos" de esa noche para que esto no pareciese una cita, en el momento en que la chica le dio el beso en la mejilla las cámaras dejaron de hacer fotos y se limitaron a ir marchándose uno a uno.
Me quedé impresionada por lo fácil que raro desacerte de ellos.

En el momento que entramos en el restaurante, un lujoso y sofisticado local de un un reconocido chef italiano, me sentí como si no perteneciese a ellos, como si no fuese mi lugar.
Linda la chica que le dio el beso en la mejilla a Rob me saludó con dos besos y me dio suerte en la cita, la verdad que me sentí intimidada por ella, era rubia ojos verde Esmeralda, un pelo Rubio ( teñido) que quitaba el hipo y un vestido con un escote que la llegaba hasta el ombligo. Ella y sus amigos se limitaron a sentarse en una mesa cerca nuestra para disimular.

- ¿ Te encuentras bien ?.- Me preguntó Rob con cara de preocupación en ese momento se me cayó literalmente la baba.
- Si estoy bien, sólo un poco abrumada por lo de antes pero se me pasará enseguida.-

Estuvimos cenando, bebiendo y riendo como nunca me había reído en mi vida, la verdad que cada día estaba más segura de que me gustaba ese chico...

- Creo que me quieres emborrachar Julia- dijo en tono jocoso.
- Te quiero sacar tus secretos más oscuros.- dije dándome cuenta de que mi tono era más que provocativo.
- soy un libro abierto, no tengo secretos y menos para ti me haces sentir bien cuando estoy juntó a ti-
Me quedé sin habla en ese momento, ¿ cómo podía ser que alguien como el me diga que le hago sentir bien? ¿Yo?.
Estaba en un momento de ensoñación cuando de repente se acercó su amigo Matt y según le pude leer en los labios comentaba que estaban ya demasiado borrachos y querían irse.
- Creo que será mejor que nos vayamos a descansar, mañana tenemos que trabajar.-
- Si será lo mejor- balbuceé porque en realidad me lo estaba pasando tan bien que no quería irme de allí, o ¿era que me daba miedo volver a casa con él porque sinceramente no sabía lo que iba a pasar?

Salimos del restaurante y en ese momento no había cámaras por ningún lado, nos dispusimos a meternos dentro de la limusina cuando vi que en ese momento entraban los demás. Pensé que íbamos a volver solos, la verdad que por un lado me sentí aliviada porque no sabía como despedirme a solas de él, yo nunca he sido muy buena en las citas siempre suelo cagarla con alguna frase graciosilla en la que el chico me mira como si estuviese loca.

Todo el camino fue bastante animado con todos cantando y gritando, pero Rob no estaba como los demás, no paraba de mirarme, en un momento se acercó a mi asiento y se sentó a mi lado ante la mirada de sus amigos, puso mi mano sobre mi pierna y empezó a deslizarla con suavidad, mi corazón iba a mil por hora.

 - ¿Quieres subir a mi casa?- me susurró al oído.
- Otro día voy a visitar tu casa encantada, pero me gustaría ir a descansar a sido un día agotador.- Qué narices he dicho, pensé en ese momento que había cometido el error más grande que pudiera cometer.
- Muy bien- dijo con una sonrisa de galán.-Pero quiero que sepas que esta noche pensaré en ti-

Al llegar a mi casa Rob se bajó del coche para abrirme la puerta, me acompañó hasta la puerta y allí nos quedamos mirando como dos quinceañeros enamorados durante 10 minutos...en un momento se me cayó un mechón de pelo que Rob me recogió con dulzura, poco a poco empezó a acercarse a mi cara, tanto que sentía su respiración sobre mis labios, me empezó a besar con dulzura, luego empezó con pasión, hasta que me dijo al oído...
-Pensaré en ti, si te sientes sola esta noche no dudes en llamarme que vendré corriendo a verte-

Le sonreí y me metí dentro de casa, observé entre los ventanales como se alejaba la limusina, mi corazón latía a mil por hora, me duché y observé que mi teléfono tenía más de 50 mensajes de Norah y Joey, no podía quitarme la sonrisa de la cara, cuando de repente recibo una llamada, ES ROB, di un brinco de la cama.
-¿hola?.- contesté desinteresada como si no me importase la llamada.
- Me ha encantado el beso de esta noche y quiero repetirlo. - me dijo desde es otro lado del teléfono.
- Eso va a ser difícil porque cada uno vivimos en la otro punta de la ciudad. - dije con la sonrisa en la boca.
- Mañana ven a mi camerino, te esperaré, y ahora descansa que mañana vas a tener una mañana movida...
No me dio tiempo a despedirme, ni a digerir lo que me había dicho cuando colgó el teléfono, me quedé blanca no sabía como reaccionar y era demasiado tarde para llamar a Norah.


Al día siguiente me sentía resacosa y agotada sobre todo porque estuve toda la noche pensando en Rob y en su llamada... Tenía que hablar con Norah antes de ir a su camerino...

CONTINUARA....

No hay comentarios:

Publicar un comentario